Ibon Cabo 





Kirola, mundua eta jendea 

Marzo 21 2016

“Obama” koak, ¿tienen los gobiernos americanos la capacidad de perdonar?

Durante el S.XX USA y la antigua Unión Soviética se disputaron por todo el globo, país a país, el control por los distintos regímenes, totalitarios o no, que surgieron en África y Asia tras la descolonización. En un nuevo episodio de lo que se denominó como Guerra Fría, ambos países protagonizaron un intento de expansión oculto fundamentado en su supremacía militar pero con intenciones claramente ideológicas.

Algunos episodios de estos fueron muy reconocidos a nivel internacional, como la crisis de los misiles y el intento de tomar la isla en bahía cochinos en Cuba, las guerras de Vietnam y Afganistán e incluso la primogénita guerra europea entre Reino Unido, Francia y el incipiente Egipto de Naser. En todas ellas directa o indirectamente, es decir, a nivel militar o ideológico trataron de tomar partido y obtener rédito político tanto la Unión Soviética como USA mientras se arrojaban a la cara el uno al otro la condición de demócrata en exclusiva (zozoa beleari ipurbeltz).

Tras la caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría hubo un impasse en el que mientras Rusia trataba de ocupar el espacio dejado por la antigua unión de repúblicas comunistas, Estados Unidos y algunos miembros de la unión europea, trataban de ocupar en el tablero de la geo política un lugar de mayor peso a nivel mundial, actuando de nuevo en las revueltas pro regímenes democráticos acaecidas en países árabes o del África negra. Todas ellas fueron sofocadas a excepción de algunos conflictos que se perpetuaron y se convirtieron en poco plazo en guerras civiles.

De entre todos estos países, el caso más significativo para Europa es el de Siria por la crisis de los refugiados/as. ¿Tienen todos esos países (Siria, Libia, Túnez…) alguna cuestión en común? Todos ellos, dentro de reconocer la falta de libertad que en ellos se vivía, tenían en común su apuesta por el estado del bienestar. Educación y sanidad a ciertos niveles (pro supuesto no como en Europa), energía barata y al alcance de todos/as, viviendas sociales a pequeñas escala…. a pesar de que el nivel de pobreza era preocupante en todo ellos. Además fueron países que por momentos a lo largo de la historia fueron geo estratégicamente regímenes colaboradores con la antigua Unión Soviética.

Parece entonces que algo tenían en común, su falta de fe en la capacidad democratizadora de los distintos gobiernos de Estados Unidos de América. Llegados a este punto, cabe preguntarse si el régimen marxista de Raúl Castro tiene o no que relacionarse de tú a tú y sin tapujos con el gobierno americano. Si bien la respuesta es sí; puesto que tiene una imperioso necesidad de poner fin al bloqueo para llegar a alcanzar el ahorro cubano en el exilio, expandir su turismo entre los ciudadanos con mayor poder adquisitivo de Florida y el sur de USA, así como poder comprar materias primas cuyo mercado tiene ahora restringido por las distintas leyes anti Cuba promulgadas por las distintas administraciones norteamericanas; se trata de un sí con condicionado y tembloroso ante que se repita la historia que recientemente hemos visto en Oriente próximo y el norte de África.

Abrir las puertas de los estados a las personas es una política a impulsar en cualquier parte del mundo, pero sin olvidar que la capacidad de democratizar que tienen los gobiernos americanos va siempre ligada a su capacidad de comprar voluntades políticas. Así pues, cuidado con pasar a creer que Obaba y Obama son países análogos en las formas, pues nada más lejos de la realidad, ya que ser de Obama, es ser del establishment establecido bajo pena de pasar por la vía de los hecho a a mejor vida en caso de discrepancia política. Mientras que ser de Obaba es soñar con un mundo mejor donde cualquier persona por muy cercana a la mitología que este tiene tiempo de luchar por ser más feliz.

Dejemos la capacidad de democratizar en manos de las personas y de los pueblos, limitando el impacto mediático de determinadas acciones, valorando cual es realmente la implantación de políticas activas en defensa del estado del bienestar. No olvidemos que los gestos son solo eso, señales y depende de quién venga, nos tienen que servir para ponernos en guardia, pues casi siempre vienen acompañadas de algún requerimiento notarial para la historia.

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