1. Antecedentes
A lo largo de la corta y mal entendida historia democrática de nuestro pueblo, diversos han sido los intentos de confluencias de las diversas izquierdas que poblaban y cohabitan Euskal Herria. Tan diferentes sus proyectos, tan variopintos sus intentos como la diversidad que puebla cada uno de los valles y comarcas, pueblos y ciudades, pedanías y barrios, de nuestra tierra.
Cuando el caudillo comenzaba a perder fuerza, ya en Txiberta el Abertzalismo intentó organizar un foco de resistencia ante el estado plural pero con visión nacional. En esa reunión estuvieron presentes todos los grupúsculos de la izquierda en sus diversos ámbitos. Socialistas, comunistas, social demócratas, partidarios de entrar en el sistema, favorables al estatuto, troskistas, anarco sindicalistas, eco socialistas, partidarios de la estrategia político militar, partidarios de la estrategia militar, democristianos, cristianos a secas, ortodoxos, alcaldes y ex alcaldes, Malzaga, el 36, la resistencia, los maquis y otras vías aún, hoy y entonces, por descubrir.
No se puede ocultar que en aquella reunión hubo dos diferencias principales, por un lado, la división de opiniones en cuanto a la estrategia política y militar y la participación en el sistema y por otro lado, la lucha de clases en el pueblo vasco como elemento de conquista de derechos sociales o la aceptación del sistema representativo impuesto por régimen saliente.
Tras la rotura de conversaciones en Txiberta, llegó la división de la izquierda. Por un lado, la izquierda internacionalista se unió en torno a Euskadiko Ezkerra, mientras que los favorables a continuar con la estrategia política militar lo hicieron en torno a la mesa de Alsasua a través de la Koordinadora Abertzale Sozialista y a Herri Batasuna como agrupación electoral. Por otro lado la izquierda estatalista participó en el incipiente proceso electoral a través del PCE-EAK. La democracia cristiana sufre su gran escisión con la creación de Eusko Alkartasuna, partido que desde su fundación se define como social demócrata e independentista. No es hasta la creación de EH Bildu cuando se vuelve a reconfigurar plenamente este espacio electoral de la izquierda independentista vasca. Sin embargo EH Bildu no debe ni puede cerrar tampoco la puerta a quién en torno al derecho a decidir quiera participar en un proceso de emancipación del pueblo vasco.
Con la fusión de Euskadiko Ezkerra y PSOE en PSE-Euskadiko Ezkerra, desaparece, un tercer espacio de la izquierda en la CAV, no partidario de la lucha armada y con clara visión internacionalista, que viene a ocupar Ezker Batua en el año 1986 obteniendo sus mejoras resultados en torno a 1994. Después nueva división en esta marca también y otro espacio huérfano hasta la creación y salida a concurrencia electoral de Podemos y su posterior marca Unidos-Podemos.
2. El bloqueo actual, heredero de los miedos del pasado
Los puntos claves de debate en la izquierda vasca y sus desavenencias han girado en torno a tres cuestiones claves:
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