Marzo 06 2019
Transformaciones pendientes en el deporte femenino
Recientemente se ha celebrado en Bilbao el congreso estatal de deporte femenino. En él han tomado parte prestigiosos profesionales de diversos ámbitos en el mundo del deporte, así como diversas mujeres que por su trayectoria y lucha resultan ser imagen importante para un colectivo tan querido como abandonado por todos los grupos políticos. Este texto girará en torno a algunas cuestiones que aparecieron y que quizás marchen las luchas de hoy para construir el deporte femenino, a poder ser sin este calificativo, del mañana.
El congreso se estructuró en lo que se puede definir a estas alturas como los sistemas de distribución y participación clásica del deporte. Por un lado la situación jurídico económica, por otro lado el frente puramente deportivo (deportistas, entrenadoras…) y por otro el entramado social y comunicativo que participa activamente en los diversos intentos de transformación.
En cuanto al actual entramado jurídico económico del deporte femenino cabe destacar los intentos infructuosos de profesionalización. Aquí los deportes de equipo llevan la voz cantante entre ellos el fútbol a través de la negociación del convenio colectivo (fuera están aún el Barcelona y el Athletic Club), el balonmano y el baloncesto a través de las ligas amateurs. Algunos clubes incluso sorprendiendo en positivo como el Burela de fútbol sala femenino. Sin embargo, todos parten de una óptica posibilista y circunscriben la lógica de la lucha social a ámbitos donde tanto los negociantes como los acordantes son hombres o pertenecen a una óptica de recepción progresiva y pasiva de derechos. Aquí si las instituciones no transforman las leyes, reglamentos y acceso electoral a puestos de dirección, los colectivos poco o nada tendrán que hacer.
Al respecto hay algunas reformas claras pendientes que desde el ámbito de la discriminación positiva pueden cambiar o mejorar aunque sea un poquito el panorama: la obligatoriedad de cuotas de mujeres en direcciones de federaciones con deportivas con un número mínimo de fichas determinadas, la obligatoriedad de complementar los clubes profesionales todas las modalidades deportivas de su federación (ejemplo el rugby debería contar con equipos masculinos y femeninos senior) y el acceso en igualdad de condiciones laborales a todas las personas que ejerzan funciones laborales en el ámbito de cualquier club profesional (convenios colectivos. El personal de la limpieza debe pertenecer a este sector tanto como las deportistas).