Ibon Cabo 





Kirola, mundua eta jendea 

Archivo de la categoria 'cultura libre'

Abril 22 2020

Nabucodonosor II es del Liverpool

A falta de saber si los clubes de las competiciones no profesionales de la RFEF deciden o no generar un modelo de play off express para la conclusión de las mismas o simplemente se asume como definitiva la clasificación actual, seguimos pensando en cómo terminar con el embrollo actual sin pensar en el fondo de la cuestión. Ese modelo basado en el consumo de masas parece que va a pasar por encima durante las dos próximas temporadas y el deporte amateur va a volver a estar lejos de los objetivos a desarrollar. A pesar de los esfuerzos subvencionadores , se sigue sin atacar el fondo del problema. Nabucodonosor II fue un famoso rey de Babilonia conocido por su frenética actividad constructora. Hoy sería sin duda del Liverpool pero la pregunta es …¿Habría abandonado Babilonia?

Esa pretendida uniformidad del club internacionalmente bien situado, el deportista de alto consumo y opulencia pública, además de las selecciones de los estados como modelo de expansión nacionalista centralista, parece que pueden imponer aún más su hegemonía y hacer caso omiso de los problemas de fondo que arrastra esta crisis para el fútbol. Estamos ante un modelo de racionamiento para volver a poner en marcha el mismo sistema, con los mismos agentes y con los mismos problemas de fondo. Actualmente este modelo tiene cinco pilares básicos: excesiva dependencia de los recursos variables, falta de renovación en el entramado federativo, poca apuesta por las modalidades que no generan tantos ingresos televisivos y pensamiento único en cuanto a la representatividad internacional.

Sin embargo, para sostener todo ello se alude a la diversificación como factor de inclusión. Hoy es el Liverpool el favorito, ayer el Barcelona y mañana quién sabe. Nuevos-viejos modelos a nivel de imagen y marketing a raudales como, por ejemplo, las competiciones en los lejanos desiertos del oriente medio, el resurgimiento forzado de clubes con cierto halo de romanticismo (Liverpool, final vasca de la copa, la vuelta a la imagen ye-ye de los futbolistas, fotos del deporte femenino sin que los grandes clubes firmen sus convenios….) y sobre todo, en los últimos tiempos, administrar la frustración del COVID 19 como una forma de hacer casi- casi no transformable el modelo y por extensión el sistema.

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Abril 05 2020

Vade retro deportista

La reciente situación de emergencia sanitaria y estado de alarma que se vive en distintos lugares del mundo, nos ha llevado a obviar algunos debates que en torno al modelo deportivo se están produciendo. Ocultos por la ansiedad que muestran las instituciones en torno a resolver los problemas generados por la crisis en el deporte profesional, se están escapando algunas reflexiones donde se omiten algunos valores fundamentales ligados al deporte: la salud, la participación y el desarrollo de la ética a través del deporte.

Decía Hipócrates que “las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente”. En los últimos tiempos, hemos escuchado distintos rifi rafes entre deportistas e instituciones, bien por cuestiones económicas o bien por declaración de necesidades de entrenamiento a la hora de afrontar competiciones. Todas ellos argumentadas en torno a la necesidad de retornar con público al trabajo y no a puerta cerrada. Todo por el bien común pero con argumentos más cercanos al deporte espectáculo que a la mejora social.

Tras asumir los medios de comunicación las demandas de este tipo, poco después ha comenzado el trabajo en torno a la rehabilitación social de la figura del deportista en función de su participación en el voluntariado. Seguidamente ha comenzado la crítica del público a las instituciones. El olvido de esos “pequeños problemas” que asolan el deporte de élite se ha omitido en el debate. Pecaditos que acumulados hacen muy difícil salir de esta crisis al deporte profesional sin rectificar nada del modelo actual. La televisión por ejemplo se ha cargado el deporte amateur. Los campos y las canchas están vacías mientras todos-as viven de un tercero sin interés real por el deporte más allá de su capacidad para generar ingresos. Así la ética en el deporte oscila a la misma velocidad que la opinión pública: de aquí par allá en función de la caja. Así nos encontramos con clubes donde sus entrenadores de alevines son profesionales o competiciones donde se amplían viajes y territorios en función de los ingresos televisivos. Así, como decía el proverbio, “la avaricia es le vicio de años de decadencia”. Y mientras el deporte de participación a la espera de lo que se decida por interlocutores ajenos al mismo.

El deporte es salud y participación. Deporte para todos, igualdad en el deporte, deporte en diversidad, actividad física en el medio natural, deporte en educación…. sin duda frases ligadas a valores, ética y moral pero también al impulso de las instituciones en este sentido. Por sí mismo el deporte profesional es espectáculo y diversión a raudales. Todo ello con indecentes dosis de billeteras abiertas al viento y a las personas circundantes. Lo demás son interpretaciones políticas y personales de aquellos-as que participan y se miran en el espejo a través de estos deportistas. El deporte profesional o al menos sus gestores, están lejos de pensar como ellos, pero aún así no dejan de mirarse en ese espejo que tanto brilla, que tanto les atrae. Aquel que hace que la admiración crezca y que llena las calles, los campos y las instalaciones deportivas emulando a sus héroes televisivos. Hace poco hemos descubierto que sin estos no hay juego, que sin ellos y ellas el show no puede continuar. Los deportistas decían que sin público no pueden sobrevivir. Mandaron parar. Sin participación no hay devoción, igual que sin espejos en los que mirarse no hay deporte de masas.

Pero además en una crisis de emergencia sanitaria, la salud ha salido a relucir como elemento principal. Consignas diarias para mantener la actividad que antes hacíamos en la calle. Canales de youtube, informativos, grupos de whatsapp… todos los medios son pocos para que no nos abandonemos al sedentarismo y sigamos activos. Ya nadie duda de que el deporte es salud. Igual que la sanidad, el concepto de deporte saldrá moralmente y éticamente fortalecido de esta crisis.

Así pues mientras la sociedad se muestra unánime en torno a que el deporte es ética, participación y salud, el elenco mediático sigue debatiendo en torno a los problemas que genera la suspensión de las competiciones profesionales. Cuando los deportistas dan un paso a l frente apoyando a las personas en su día a día, a los trabajadores de las instituciones o a a determinados valores sociales como la campaña “guk ere bai”, aquí nacen los problemas. Desde determinados lugares se les responde con un “eso ya lo gestionamos nosotros-as”, con un “vade retro satanás”. Cuando la respuesta es arriesgada o polémica se les aparta. También minus valorando su aportación por el hecho de ser personas cuantiosa mente remuneradas.

Así pues a los deportistas de élite se les quiere y se les necesita para la fotografía cuando el interés esta sujeto al normal desarrollo de una competición mercantilizada. Los pecaditos de no llegar a fin de mes el club o fijar todo en función de los méritos deportivos alcanzados no tiene que ver con la gestión de sus directivos o de sus altos empleados sino con los sueldos desmesurados que ganan. La falta de auto crítica en estos círculos brilla por su ausencia. A pesar de esto, estos “altos gestores”, estaban incluso dispuestos a terminar las competiciones en contra de los criterios de los deportistas, no por asegurar la salud del público sino porque lo importante era poder continuar con el modelo de los grandes eventos, las casas de apuestas y las televisiones.

Pues bien, si el deporte aprovecha para reflexionar y reorientarse hacia sus valores originales, podrá darse cuenta que si bien las arcas están llenas, los campos de los barrios y pueblos siguen vacíos. Además hacer deporte en un polideportivo es caro pues se intentó convertir esto en un negocio privado en vez de fomentar su acceso. Por último, la ética dista mucho de estar verdaderamente implementada en los modelos de desarrollo no profesional donde priman las competiciones y las escalas entre ellas antes que la participación o la salud. Es preferible jugar en Gijon que en Tolosa porque vende más, a pesar de que a penas tenga sentido. El modelo ha estallado por una crisis de salud pero hacia tiempo que mostraba síntomas de agotamiento. Toca transformas las leyes, las normas y las propias competiciones para asegurarnos que el monopolio de la razón no vuelva a ser superado por el mercado de la vergüenza. Así pues deportistas, dad un paso al frente y no os dejéis amedrentar por los intereses. Al final del todo, cuando venga una nueva crisis, siempre se acordaran de voostros-as.

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Noviembre 27 2019

La rotonda vasca III, la tormenta perfecta


Llegados a la antesala de las elecciones en la CAV, todos los partidos se muestran ilusionados por el escenario político del que forman parte. Por un lado PNV y PSE se sienten fuertes y con capacidad de permanecer durante mucho tiempo en lo más alto. Podemos, PP y EH Bildu se han venido arriba también. Todos creen ser parte de la tormenta perfecta. La pregunta entonces es más que obvia, ¿quién puede perder o ganar en un escenario tan real?

El PNV se siente el gran Mohamed Ali en sus mejores años. Elección tras elección gana e incrementa la distancia con sus perseguidores. Llegadas sus elecciones favoritas como han sido históricamente las elecciones al parlamento de la CAV, el ring político parece absolutamente favorable para sus intereses. Sin embargo, hay agentes que escapan a su control en su propio electorado. De entre ellos destaca ELA que a través de una actitud combativa plantea la huelga como único método para la consecución de mejores laborales. Así le afea su actitud al gobierno vasco y define como “presupuesto de derechas” la propuesta realizada recientemente por el gobierno vasco. El PNV y ELA comparten varios espacios de militancia y no parece que el sindicato se lo vaya a poner fácil a Urkullu. Su crítica velada a Podemos por el acuerdo presupuestario menea aún más las cuerdas y puede llevar a desgastes inesperados en el ámbito del nacionalismo conservador. Urkullu tratará de cerrar todos los conflictos sindicales antes de las próximas elecciones pero la pregunta clave es…¿le dará tiempo? El gobierno cree que si y así celebrar las próximas elecciones en plenitud.

EH Bildu piensa cerrar este ciclo electoral desgastando a Podemos por la firma del presupuesto con el gobierno de Lakua y al PNV por el no reconocimiento del derecho a decidir en el proyecto de nuevo estatuto. Así se sitúa en el escenario idílico para mostrarse como única alternativa posible al omnipresente PNV. Además tras observar los resultados del bloque Quebeques en Canada y los de propios de VOX en la CAV, mira con optimismo la próxima cita electoral donde están todas las piezas donde se pretendía al inicio de la partida. EH Bildu se siente fuerte en un escenario donde el nacionalismo español le acusa de insolidario. Primero porque no es real y segundo porque en el fondo solo tratan de ocultar sus políticas más reaccionarias que son las verdaderas causantes de las crisis y no sus consecuencias. El equilibrio territorial o se construye sobre las naciones y sobre la justicia social o no existirá tal equilibrio. Sin embargo EH Bildu sigue sin afrontar dos principales problemas que están a pie de urna. Por un lado, el hecho de no ser visto como un partido para la gestión. El segundo el creciente debate sobre la inseguridad que más allá del discurso integrador, hace falta también desde la izquierda, definirlo en clave de asignación de recursos y de policía de calle. Aquí los partidos conservadores les llevan ventaja. ¿Serán capaces de revertirlo?

Podemos trata de alcanzar los diversos gobiernos para mostrarse como el hermano mayor de las social democracias clásicas y de los partidos demo cristiano. Pone todo su enfoque en la utilidad percibida. Para ello habla de pasar de un modelo de democracia representativa a otro de democracia participativa. Asume pues que todo mandato popular pasa por un proceso de institucionalización. También que el negativismo clásico de la izquierda hacia la cuestión individual se debe reinterpretar en torno a la libertad de elección. Todo ello les lleva a competir directamente con el PSE en el nicho de votantes más importante de convergencia entre ambos. Ya no les quieren marcar con distancia sino de cerca e incluso participar en aquellas cuestiones que les hacían referentes a unos y distantes a otros como los proyectos de presupuestos y los gobiernos. Creen que así podrán traspasar su déficit histórico. ¿Será así o terminaran jugando siempre fuera de casa?

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Octubre 08 2019

El deporte como filosofía ante la internalización del negocio

El deporte necesita, entre sus modalidades federadas para su supervivencia y expansión, de referentes entre la población practicante o simplemente entre los y las espectadores. No hay modalidad de éxito y de fama que se precie que no tenga un mínimo de canales de televisión detrás y un número de exitosos deportistas al frente.

Esto arrastra de por sí a políticos, periodistas y gente de mal vivir. Todo el mundo quiere una foto o un evento al lado de alguien que a los ojos de la gente este identificado con una serie de valores. Éxito, seriedad, caballerosidad, superación, trabajo en equipo…muchos de los valores de la filosofía de vida moderna coexisten alrededor del deporte.

En los últimos días nos han comunicado desde el Gobierno Vasco y Elkargo de la intención de dos de las tres principales autoridades de Euskal Herria de querer traer la salida del Tour de Francia y de querer contar con alguna etapa más en nuestro territorio. Así el ciclismo se convierte de nuevo en esperanza tras algunos años de frustración. Aún así, no puedo evitar hacerme la pregunta, ¿es este intento un nuevo caso de internalización del negocio o de recuperar nuestra filosofía deportiva de pueblo?

El coste de traer el Tour oscila según el medio entre los 650.000€ y los dos o tres millones en función de diversas variables. En su momento, cuando el equipo ciclista Euskaltel Euskadi estaba en la élite y acumulaba éxitos, la marea naranja invadía literalmente las faldas de los Pirineos. Con el cambio de gobierno y la llegada del PSE a la dirección de deportes, el Euskaltel cambió de filosofía. Así un equipo que representaba a una tierra se convirtió en uno más y despareció. Surgieron después algunos intentos de recuperar ese espacio como lo ha sido el recientemente desparecido Euskadi Murias. Este equipo nos trajo algunos triunfos como el de Oskar Rodriguez pero no logró alcanzar las cotas que vinieron de la mano del Euskaltel Euskadi. Finalmente, vuelve a ser la Fundación ciclista Euskadi quién se pone al mando del proyecto y tratará desde la segunda división de llegar a tiempo para la posible llegada del Tour.

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Junio 25 2019

Niveles de implicación en la gran ciudad

Publicado por iboncabo bajo ciudadania, cultura libre

Los modelos de gestión de las grandes ciudades se han reorientado en el lenguaje político hasta parecer similares en los objetivos. Más allá de la continua reordenación de espacios y la construcción de grandes iconos arquitectónicos, el lenguaje político sienta unas bases que parecen comunes pero que esconden modelos diferentes. Los modelos se fundamentan en etapas separadas que tienen lenguajes diferentes pero que al final se utilizan para deshumanizar los barrios y hacer de la imagen el modus viventis de determinados grupos de presión. Toca replantearse el modelo y generar un nuevo lenguaje.

El primer modelo de ciudad ha sido el basado en las grandes reformas urbanísticas. En la reforma de grandes espacios periféricos normalmente cercanos a ríos o desembocaduras o antiguos espacios industriales en desuso. Estas grandes reformas de la primera década del año dos mil o la última del siglo anterior, se vendían desde el lenguaje de la reforma y se vinculaban al cambio de lo industrial a lo terciario. Lenguaje constructivo para la modernización de ciudades pero también para la precarización de sus habitantes.

“Todos no podemos ser camareros” decía Xabier Arzallus en unas declaraciones a medios. Para sustituir este miedo laboral se utilizaba la imagen de lo moderno. AL respecto iconos fundamentales fueron las reformas de Bilbao o Zaragoza. Si se podía se incluía también eventos internacionales que vía turismo fijaban la vista en el más allá olvidando lo que se quedaba más acá. Así actualmente se habla de la importancia de celebrar la Eurocopa en Bilbao como se hacía en la primera parte del siglo XX para hablar de la importancia de que la mujer fumara con un simple objeto: fomentar el consumo privado. Esta era la primera fase de esta nueva realidad urbana. Así se creaba el etno ciudadano que se sentía profundamente orgulloso de vivir en su ciudad. Lo que algunos hubiéramos definido como el bilbainismo universal adaptado a lo local.

Posteriormente, cuando el modelo constructivo empezó a declinar por falta de recursos públicos, comenzó el desarrollo del modelo de la difusión de la ciudadanía fundamentada en la libertad individual. Ser promotor de cualquier pequeño negocio era un valor lo suficientemente importante como para olvidar que estuviéramos inmersos en una crisis. Además se puso en marcha un modelo de lenguaje urbano universalista que trataba de imponer una ética racional única. Para ello se incluían incluso en el lenguaje algunas cuestiones que empezaban a ser comunes a ambos márgenes políticos (desarrollo sostenible, feminismo, en algún momento el no a la guerra….). La política pasaba a ser un simple objeto de consumo en esta fase. Hoy en día en algunos lugares siguen en ese momento histórico cuando tratan de ocultar la violencia real que sufren las mujeres con la violencia disfrazada (intrafamiliar).

Así la izquierda ante este desdibujamiento de su discurso trató de imponer un modelo atacando de día y de noche a los grandes alcaldes. Situando el objeto de disputa en los barrios que observaban atónicos el desarrollo del centro. Esta enmienda a la totalidad a la sociedad post grandes alcaldes, se olvidó de algo fundamental: la necesidad de generar alianzas políticas entre las clases medias que impulsaran cambios en las distribuciones electorales. Así cuando llegó a trabajar a las grandes ciudades, el malestar ya no estaba en las calles, sino que había vuelto a los hogares y no supo interpretar el ciclo comunicativo con leyes que frenaban la inversión social como la de equilibrio presupuestario o la de endeudamiento. Ante los muros de la derecha, la política comunicativa de esta fue implacable: la izquierda frena el crecimiento y solo la derecha puede atraer la inversión y el empleo. La izquierda cayó en la trampa y volvió al discurso del empleo, de la construcción y el turismo. Las ciudades volvieron a girar a la abstención.

Pero la pregunta que nos dejaron en el aire era si se puede hacer discurso político alternativo y socavar a la vez las bases del modelo neo liberal y post modernista. Asumiendo que la derecha siempre va a tender a reformar y asimilar el lenguaje de la izquierda para dejarle después sin recursos, se debe formar desde el discurso pero con datos en la mano que asuman las demandas ciudadanas y que conviertan en universales algunos dogmas. No es malo que la derecha asuma la necesidad de determinados cambios, pues esto ayuda a las clases medias a superar el miedo al vacío político, pero debe estar orientado a una transformación real.

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Febrero 13 2019

Adi Aznar!

Aznarren eskumak (PP-Ciudadanos-VOX), Espainiako konstituzioaren 155 artikuluaren bidez, autonomia-erkidego eredua apurtu nahi du. Horren kontra borrokatzeko aztiak izanda, urrats ausartak eman behar ditugu estatu osoan ezkerraren esparrua indartzeko.

Yugoslabiaren banaketa garaian, Serbiak bere batasuna bermatzeko paper ezberdinak jokatu zituen. Esloveniaren kasuan ez zuen zarata handirik egin, bere benetako arazoa Kroazian Serbiar gutxiengoa bizi zela eta. Hala eta guztiz ere, 1991ean Serbiak erabaki zuen gerra deklarazioa aurkeztea eta handik aurreko historia denok badakigu. Emaitza nagusiena, nazioarteko erkidegoari esker, Yugoslabiaren banaketa izan zen eta Serbiaren taktika politikak izugarrizko porrota jasan zuen.

Yugoslabiaren harira jarraitzeko, benetan komenigarria izango litzateke Milosevicen diskurtsoko osagaiak oroitzea. Nazionalista, xenofoboa, arau musulmanen kontrakoa (Bosniako gudan indar handia hartu zuen irizpide honek), klasista, matxista eta beste abar izan ziren bere irizpide nagusiak garai hartan eta gaur egungo ezagunak izango lirateke gaurko prentsa irakurriko bagenu. Eskumaren mezua oso argi agertzen da edozein lekutan eta Aznarren diskurtsoak eskumari bidera dakioke bere erdigunera: betiko zentralismora.

Aldi berean, EH Bildu eta EAJren arteko norgehiagoka oharkabetasun handia eta aitzaki handia izan daiteke benetako etsaiarengan jomuga jar ez dadin. Horretarako, kanpoko presioak izugarrizko indarrarekin jipoituko omen gintuzke. Sindikatuak, jubilatuak, aztarna ekologikoaren kontrako mugimenduak eta beste batzuek izugarrizko prezioa sar dezakete taulan, erabat zaila delako gizarte berri bat eraikitzea.

Baina ausartak izan behar gara ezkertiarrok. Esate baterako, Estatuen datorkigun espainako aurrekontuari babesa emateko ideia arriskutsua baian ausarta izan liteke, espainako erreformismoari beharrezko airea eman baitiezaioke. Eta Euskal Herriko barnera begiratzeko, aniztasunaren bidez, gure esparru propioa zabaldu behar dugu. Gainera, alderdiek eurek esparru ezberdinak partekatzen dituzte eta aniztasun sakonago edukitzeko, horretarako ere, gizarteari begirada ausarta eman diezaiokegu. Neurri horrekin presioak besteengan bideratzea eta ekarpen baikorra bihurtzea lor genezake.

Laburbilduz, eskumaren aurre egiteko benetako erantzunak eman behar dizkiogu jendeari. Aldi berean, gure erosotasunaren arlotik irten behar gara ezkerti garenok benetako helburuak bete ditzaten. Adi Aznar mugitzen daitezen eta!

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Enero 24 2019

Cultura popular, cultura impotente, cultura insurgente

En los últimos tiempos existen algunas cuestiones relativas a la cultura y a sus espacios que están en la opinión pública diaria. Ampliaciones y cierres de museos como el Bellas Artes de Bilbo o el de Artzeniaga, gastetxes como centros culturales autónomos en pie de guerra, programación y propaganda en centros culturales de las capitales como Alhondiga y Tabacalera, fallecimientos de ilustres del mundillo y un largo número de cuestiones relacionadas con ella. Si unimos todo ello al tema de la libertad de expresión, atacada en los últimos años con tanta facilidad, podemos encontrarnos ante el que puede ser el debate que abre todo lo demás: ¿Cuál es el sentido del actual modelo cultural imperante? ¿Hacia dónde debe avanzar? ¿Cuáles deben ser las luchas culturales del S.XXI?

La cultura popular viene siendo académicamente definida como toda aquella expresión que surge del pueblo y permanece o arraiga entre sus gentes. Siendo críticos, es cierto que cada vez que alguien se apropia de este término, normalmente lo hace para ponerle un copyright o para popularizar sus producciones o simplemente para decolorar el moho con el que expresa sus opiniones a la sociedad. Sin embargo no tenemos otra definición más correcta. La cultura popular puede ser algo tan vano como los trajes de moda de las mascotas para el 2019 o tan político como los himnos que surgieron del cantar de los pueblos cuando se levantaron en armas ante la tiranía. Lo primero puede llevar al despido de un director de actividad en un antiguo almacén reconvertido en centro cultural, lo segundo a una guerra, a una revolución o simplemente a un grito en el aire. En todos los casos, es la independencia del hecho cultural y su aplicación institucional lo que está en juego cuando la fuente pasa de popular a populosa. La cultura para ser popular debe ser independiente y esto no siempre es fácil de asumir. El resto lo convierte simplemente en populosa.

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Noviembre 28 2018

Los frikis del Maiz

La generalización del uso del maíz en el siglo XVII en los caseríos vascos, supuso una transformación a nivel ecológico, arqueológico y sobre todo social. El maíz pasó a ser parte del ciclo vital de la sociedad vasca. Al caserío se le dotó de zonas para el cultivo, la alimentación del ganado y el secado del mismo y así una planta traída de otro continente, zea mays, pasó a ser el sustento de la vida (como su propio nombre taíno indicaba). Los terratenientes castellanos de la época no estaban contentos pues perdieron sin quererlo el control de las semillas y de la producción a favor de indianos que pasaron a ser los impulsores de este nuevo mercado.
El maíz se impuso al cultivo del trigo a pesar de que este último siguió siendo la harina más preciada. En momentos de pura supervivencia el rendimiento puede ser decisivo para seguir adelante o anclarse en el ostracismo de la razón pura. El trigo era un alimento de mayor categoría social, pero el maíz daba sustento a los más necesitados. Así el talo, el morokil y el Txakinarto pasaron a ser alimentos de primera necesidad y de cercana disponibilidad en la dieta vasca.
Zea Mays, el grupo de música de Euskal Herria, hizo famosa una canción “Negua joan da ta” cuyo estribillo proponía “Elurrak joan direnean nire mendien artean, Eguzkia teloian atzekaldean da, Ateratzeko beldur da, beldur eszenikoa, Aspaldi antzeztu ez duen obra honetan”. Quizás el miedo escénico perturba en ocasiones nuestra alma sin que sepamos cómo dar el siguiente paso, quizás tanto tiempo sin interpretar algunos acordes, hace que nos tiemblen las piernas antes de volver a actuar en un escenario que no es nuestro. Solo quizás, pero no olvidemos que ya nadie pone en cuestión que el maíz es parte de nuestra cultura y tradición, porque asimilamos determinadas propiedades para impulsar la transformación social de nuestra tierra.
Pero claro, somos vascos. Hombres y mujeres de pelea. Somos más de los chicos del maíz. Somos más de descubrir y criticar a falsos profetas. Decía este grupo en uno de sus más famosos estribillos “Knock, knock, knockin’ on heaven’s door, Son las batallas, las historias del abuelo,
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door, Por el invisible, por el prisionero, Knock, knock, knockin’ on heaven’s door, Contra el oligarca y contra el banquero, Knock, knock, knockin’ on heaven’s door, Aquí seguimos, llamando a las puertas del cielo”. Aquí seguimos pues con la esperanza de que algún día nos atiendan pero con el miedo a que seamos atendidos.
Así pues terminamos centrados en las redes sociales con la esperanza de encontrar allí la respuesta. Así pues, somos los inusuales. Los que transforman pero no informan. Los que convertimos la participación en una trinchera hueca. Los que creemos en la lucha desde la placida comodidad del funcionariado o de la perpetuidad política.
Y mientras el pueblo reclamando la vuelta al maíz. El regreso a lo básico y el llenado de tripa como antaño se hacía en los caseríos vascos. Esta vez ni de América ni de Madrid vendrá ninguna solución. Esta vez tendremos que pasar del sueño a la realidad y perder el miedo a la transformación real. Sin dejar de ser la minoría crítica, pero sin olvidarnos que cuando llamas a las puertas del cielo reclamando el maná, no puedes sentarte en la mesa esperando que te den chuleta.
Hoy podemos ayudar y dejar de ser los frikis del maíz para convertirnos en aquellas personas críticas que somos útiles para la gente. Hoy podemos dejar de tener miedo para traer respuestas a los que más las necesitan. Hoy podemos dejar de ser los frikis y los profetas para ser aquellos que quieren construir país ante la llegada de la extrema- extrema derecha española. Hoy podemos dejar de mirar de reojo a la constitución para poner en marcha nuestra pequeña revolución. Somos los chicos del talo y hemos venido para quedarnos.

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Octubre 17 2018

El lenguaje político para esconder la realidad

Publicado por iboncabo bajo ciudadania, cultura libre

Cuando uno toma la decisión de escribir un artículo de opinión en torno a la situación política del país, casi siempre tiende a utilizar terminología abstracta fundamentada en exabruptos grandilocuentes para tratar de elevar el debate. Así, terminamos de confundir al lector con frases exageradas, unidas a proverbios de origen popular como si lo importante fuera la forma y no el fondo. Ahora con la aprobación del presupuesto vamos a volver a caer en estos usos sin que ataquemos de verdad los fondos de la cuestión.
“Esto siempre ha sido así”, “estamos ante una crisis de la que solo podemos salir juntos”, “no hay dinero para atender todas las necesidades”, “las pensiones públicas se tienen que transformar porque no llega” y un largo etcétera. Este uso del lenguaje se contrapone con expresiones marcianas que suenan a chino, pero que parecen tener todas las soluciones: “la lucha de clases es la única salida”, “somos la salvaguarda de la democracia”. Así entre dos registros lingüísticos que ocupan lugares sociales en teoría tan diferentes, pasamos por alto la realidad de que son las élites quienes gestionan ambos espacios. Ante esto, toca reflexionar sobre el acceso a la élite y el surgimiento de castas y caspa en distintos niveles económicos y sociales y proponer soluciones terrenales para problemas fundamentados en el disfraz, es decir, en la palabra.
Cuando alguien asume en nombre del pueblo un postulado hay que tener mucho cuidado. Históricamente es lo más cercano a la implementación del pensamiento único. La realidad de nuestro pueblo es que lleva esperando acuerdos de país para salir del ostracismo al que le somete el estado español generación tras generación. Las matxinadas, las guerras carlistas, los diversos alzamientos militares centralistas y fascistas, la guerra civil, el genocidio franquista, la falsa transición, las diversas treguas, Lizarra Garazi y por fin Lortu Arte y Euskal Herria Ezkerretik. Todas ellas fueron ocasiones en las que determinadas élites políticas trataron de impulsar el auto gobierno por encima de la democratización y el reparto de la riqueza. Faltó calle y faltaron medidas que repartieran fehacientemente la riqueza y la propiedad de los medios de producción en este país.
Decía Paulo Coelho que “existe un lenguaje que va más allá de las palabras”. Sin duda el lenguaje que se está usando en el parlamento vasco estos meses va más allá de las simples expresiones políticas. Esto nos lleva a la primera gran cuestión de la política actual. Se busca orientar el derecho a decidir a un nuevo estatus que fomente el incremento del auto gobierno y que el derecho a decidir sea eje de actuación de la política vasca. Grandes palabras que serán solo realidad si se fundamentan en tres variables: la construcción de grandes estructuras de estado (seguridad social y pensiones, control de la energía en todo su proceso y representatividad activa y real en las instituciones de la Unión Europea), la renovación política y la utopía política como único destino. Las palabras se quedarán vacías sino se ven reflejadas en leyes este tipo de demandas fundamentales. Por ello, los presupuestos deberían estar ya orientados a la construcción de este tipo de realidades a futuro, pues con el marco actual ya se puede ir sembrando para el mañana con la exigua realidad de hoy (siguiendo con el ejemplo económico, hoy es posible adoptar mejoras en las políticas activas y pasivas de empleo, apostar por las energías renovables en porcentaje real y en el acceso del consumo público y privado a estas y mejorar la presencia en consejos y órganos donde la CAV tiene competencia exclusiva). No olvidemos que el marco actual sin progreso social es sinónimo de más pobreza y peor reparto. Más aún, cuando la derecha centralizadora va imponiendo en el estado su discurso ante la pasividad de una partido socialista sin capacidad de enfrentarse al discurso retrógrado de esta.
La segunda cuestión tiene que ver con la renovación política, la ética y la moral. El sistema de gobierno actual está basado en el clientelismo, es decir, la política de “amiguetes” (yo te pongo en el centro del debate y te doy un papel si a cambio intercambiamos cromos). Esto, que es una realidad en los usos sociales diarios de las personas, puede llevarnos a no distinguir entre lo que es el “bien común” y el “bien personal o de los cercanos”. Así pues, un nuevo estatus puede ser parte del bien común siempre y cuando no esté destinado a perpetuar a las mismas élites políticas. Para ello, debiera incluir medidas relativas a la alternancia política, a los límites a permanecer en cargos políticos y sociales, además de incluir medidas fehacientes contra la corrupción y la transparencia política. Mientras haya una serie de apellidos que nos mantengan dando “vueltas a la rotonda”, no atenderemos a la demanda real de participación, democracia y regeneración. A nadie se le escapa que una serie de apellidos ilustres, ejemplos consagrados, llevan en política desde el principio de los tiempos. En el estado español desde la llegada de los Borbones pero… ¿y en Euskal Herria? Algunos políticos son más conocidos que los futbolistas de su pueblo y esto deberían de cambiar también con el nuevo estatus. La CUP tiene un modelo organizativo al respecto bastante interesante que deberíamos retomar para el análisis.
La tercera cuestión es porque se utiliza el lenguaje para ridiculizar determinadas propuestas. Los términos imposible, demagogia, populismo, utopía…son palabras que siempre se aplican a propuestas de izquierdas con la intención, nada inocente, de terminar “jodiendonos la vida”. La reforma laboral era imprescindible, las pensiones no se pueden subir, el salario mínimo retrasa la creación de empleo, la sanidad pública es demasiado cara…. Ridiculizan nuestras propuestas tratando de quitarles valor y a veces nosotros mismos caemos en este error. Luchar contra una red de medios de comunicación sin ningún tipo de auto crítica no es fácil. Pero más difícil aún es renunciar a nuestros propios discursos en aras de llegar a algún tipo de acuerdo, que más que desgastar al rival, nos hace a veces caer en la amnesia colectiva. Así pues, debemos tener cuidado con los usos políticos del lenguaje pues si no caeremos en la indiferencia social y este es el paso previo a la desaparición, o peor aún, a la sumisión. Estamos a tiempo de llegar acuerdos que no olviden el lenguaje de lucha del que venimos, ya que solo desde el lenguaje directo podemos llegar al corazón de la gente y cambiar las cosas.

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Septiembre 11 2018

Ocupemos el jardín

El jardín descrito en el romance del S.XII Erec y Enic de Chrétien de Troyes describe este espacio de la siguiente manera: “no tenía ni valla ni cercado, solo aire, por un hechizo el jardín estaba cerrado por todos los lados por aire, de manera que nada podía entrar ahí, como si estuviera rodeado de hierro”. Un lugar imaginario muy curioso. Difícil de decidir si es público o privado. Difícil de evaluar su utilidad y su representatividad social. A la vez, una metáfora bonita que puede llevarnos a la siguiente reflexión sobre la propiedad privada, ¿es la titularidad de un lugar lo que le aparta de su posible función pública? ¿Se puede cambiar la propiedad en función del interés público? ¿Cómo funciona esta dicotomía en la esfera política española?

El socialismo y el comunismo sostuvieron durante décadas que la propiedad de los medios de producción debía estar al alcance del proletariado, de cualquiera. No se hacía referencia en ambas teorías políticas, a los objetos de uso como la casa o el coche sino a los medios de producción. El Marxismo clásico defendía la auto realización y centraba su definición de propiedad privada en los medios, olvidándose de la vinculación clásica de propiedad y tierra previa al desarrollo de la sociedad industrial. Posteriormente, Maslow, le otorga a la auto realización el nivel más alto de su pirámide o jerarquía de las necesidades humanas. Para alcanzar éste, el ser humano debe cumplimentar una serie de necesidades que van desde las más primarias (fisiológicas) hasta algunas de aspecto cualitativo como el reconocimiento. Esta visión aparentemente humanista, choca de lleno con las paredes de aire de Erec y Eric o el techo de cristal en la vida laboral de las mujeres, pues la pregunta real auténtica y de respuesta necesaria, es saber si el ser humano puede de verdad, privatizando el espacio, el aire y la tierra, alcanzar la felicidad.

Así pues, el concepto de propiedad privada no está reñido a nivel teórico con el desarrollo personal. A pesar de esto, su uso y en especial, el concepto de privatización, si está en la agenda política y en el debate público. Así pues, sobre lo que hay dudas actualmente en el sistema no es sobre la propiedad privada, sino sobre la privatización de lo público o la conquista de espacios para el bien común (la apropiación de lo ajeno). A este respecto en el verano hemos vivido dos polémicas interpretadas de una manera muy diferente en torno a la propiedad privada: el escándalo de los bienes apropiados por la iglesia y la ocupación de espacios para la auto gestión por parte de jóvenes.

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