Ibon Cabo 





Kirola, mundua eta jendea 

Archivo de Septiembre 2018

Septiembre 11 2018

Ocupemos el jardín

El jardín descrito en el romance del S.XII Erec y Enic de Chrétien de Troyes describe este espacio de la siguiente manera: “no tenía ni valla ni cercado, solo aire, por un hechizo el jardín estaba cerrado por todos los lados por aire, de manera que nada podía entrar ahí, como si estuviera rodeado de hierro”. Un lugar imaginario muy curioso. Difícil de decidir si es público o privado. Difícil de evaluar su utilidad y su representatividad social. A la vez, una metáfora bonita que puede llevarnos a la siguiente reflexión sobre la propiedad privada, ¿es la titularidad de un lugar lo que le aparta de su posible función pública? ¿Se puede cambiar la propiedad en función del interés público? ¿Cómo funciona esta dicotomía en la esfera política española?

El socialismo y el comunismo sostuvieron durante décadas que la propiedad de los medios de producción debía estar al alcance del proletariado, de cualquiera. No se hacía referencia en ambas teorías políticas, a los objetos de uso como la casa o el coche sino a los medios de producción. El Marxismo clásico defendía la auto realización y centraba su definición de propiedad privada en los medios, olvidándose de la vinculación clásica de propiedad y tierra previa al desarrollo de la sociedad industrial. Posteriormente, Maslow, le otorga a la auto realización el nivel más alto de su pirámide o jerarquía de las necesidades humanas. Para alcanzar éste, el ser humano debe cumplimentar una serie de necesidades que van desde las más primarias (fisiológicas) hasta algunas de aspecto cualitativo como el reconocimiento. Esta visión aparentemente humanista, choca de lleno con las paredes de aire de Erec y Eric o el techo de cristal en la vida laboral de las mujeres, pues la pregunta real auténtica y de respuesta necesaria, es saber si el ser humano puede de verdad, privatizando el espacio, el aire y la tierra, alcanzar la felicidad.

Así pues, el concepto de propiedad privada no está reñido a nivel teórico con el desarrollo personal. A pesar de esto, su uso y en especial, el concepto de privatización, si está en la agenda política y en el debate público. Así pues, sobre lo que hay dudas actualmente en el sistema no es sobre la propiedad privada, sino sobre la privatización de lo público o la conquista de espacios para el bien común (la apropiación de lo ajeno). A este respecto en el verano hemos vivido dos polémicas interpretadas de una manera muy diferente en torno a la propiedad privada: el escándalo de los bienes apropiados por la iglesia y la ocupación de espacios para la auto gestión por parte de jóvenes.

Leer más … »

No hay comentarios

AntSig