Junio 11 2014
Athletic club. Un aviso con matices para navegantes.
Ayer fue un día muy especial para el Athletic Club. La junta directiva intentó sacar ayer el proyecto de estatutos con algunas modificaciones interesantes pare el aumento de la participación pero sin querer cambiar el modelo de fondo. La pregunta que nos hacemos algunos socios/as compromisarios/as es si verdaderamente es la actual junta directiva quién pilota la nave y si está verdaderamente bien aconsejada.
El proyecto de estatutos salió rechazado por el 52% de los socios compromisarios presentes. La necesidad para llevar adelante el proyecto es mayor que el propio porcentaje de la mayoría simple pero la cuestión no es tanto el porcentaje pero sí las formas de relación social que afectan a la Athletic Club y la política impulsada por algunos de sus más fieles empleados.
Una de las primeras recomendaciones que te hacen al entrar en el Athletic es que no te mezcles con la sociedad civil ni participes en movimientos sociales o políticos pues el Athletic está por encima del bien y del mal. Esto se aplica a la forma de elaborar el procedimiento de los propios estatutos. Existen instituciones, partidos políticos y sindicatos que ya tienen desde hace más de un siglo establecido el procedimiento para la renovación de estatutos y ponencias marco. Enmiendas a la totalidad, de adición, de sustitución y de revisión lingüística (lenguaje no sexista, redacción que no lleve a equívocos…). Si el Athletic no ha querido utilizar un método tan habitual es porque alguien le ha aconsejado erróneamente.
Pero más que la forma, quizás lo importante es el fondo. Estamos en una sociedad que pide a gritos el cambio en las formas de participación política. Todas las instituciones públicas o semi públicas (especialmente aquellas que por su función y el orígen de sus recursos están sujetas a un gran control mediático político), están llamadas a reformarse desde dentro para que sus miembros se sientan parte de ella. En los últimos tiempos hay dos entidades que no lo están haciendo y que pagaran sino cambian con una derrota a futuro sus pretensiones: Kutxabank con su indisimulada apuesta por la privatización que llevará a la gente a optar para su depósitos por la mejor opción sin pensar en su origen y el Athletic Club que no termina de encauzar el anhelo de participación social que su centenaria filosofía atrae (por cierto un filosofía no descrita en los estatutos pero sí en su página web, de nuevo el deseo de algunos empelados de cambio para ascender en la escala futbolística vía UEFA es bastante indisimulado).
La junta directiva actual debe reflexionar y reaccionar rápido, pues si fían todo su destino a que la bolita entre tendrán sería problemas para renovar su proyecto y el Athletic a mi juicio, si mantiene la actual filosofía, lo que más le conviene es la continuidad. La directiva actual tiene el reto de reconducir la situación actual y cambiar abiertamente el modelo o sino corre el riesgo de que los anteriores vuelvan o mejor aún que surga una nueva lista de socios/as cansados/as de esperar lo que nunca llega. Esperaremos con interés a esa reflexión pendiente pues no olvidemos que en algunso aspectos la directiva presidida por Josu Urrutia si ha acertado y ayudado al cambio.