Enero 30 2009
Inmigración positiva
La inmigración debe ser entendida como una oportunidad para la convivencia entre iguales, sin caer en estereotipos ni falsas realidades. Los datos nos sitúan como una comunidad autónoma sin excesivo porcentaje de población inmigrante si lo comparamos con otras comunidades del estado o con otros lugares de Europa. Además otros estudios del Gobierno Vasco nos muestran como falsas algunas hipótesis que son “vox populi” entre los/as ciudadanos/as vascos/as entre ellas, nos sitúan como erróneo la creencia, comúnmente extendida, de que los colectivos de inmigrantes están siendo favorecidos por el gobierno vasco a la hora de conceder subvenciones, obtener viviendas y en general cualquier tipo de ayuda vinculada a los servicios sociales o al estado del bienestar en general. El acceso a este tipo de ayudas y prestaciones no lo marca el origen de nacimiento sino la clase social y especialmente el nivel económico de las personas implicadas.
Los estereotipos culturales y sociales que los medios de comunicación importan de otros lugares, ahondan en la división entre grupos de inmigrantes y población autóctona, estancando desde la definición el avance hacia un nuevo marco de convivencia. Tenemos que avanzar hay un modelo de fusión cultural donde las aportaciones de los colectivos de inmigrantes sean recogidas como parte de nuestra cultura y a su vez estos colectivos puedan sentirse parte de Euskal Herria y reciban también nuestro idioma y todo lo que alrededor genera, como parte natural del cambio en su vida y viceversa.
Situados en éste contexto de enriquecimiento mutuo, los objetivos deberán significar y encuadrarse dentro en un marco de nueva convivencia donde la Fusión entre distintas realidades suponga un nuevo pacto social entre iguales:
· Nuevo contrato social entre Euskal Herria como nación y las diferentes naciones y pueblos que provenientes de distintas partes del mundo y que han venido a desarrollar su trabajo y su vida en el marco de las siete provincias.
· Integración de las culturas transnacionales como parte de la nuestra logrando un auténtico mestizaje cultural.
· Introducción del Euskera y los hechos más significativos de la cultura vasca entre los colectivos de inmigrantes, trabajando y reforzando éstas políticas de integración.
· Dotar a las organizaciones sociales mixtas de Euskal Herria (organizaciones donde inmigrantes y autóctonos convivan en armonía) de financiación suficiente y eficiente para el desarrollo de políticas de convivencia.
· Utilizar la calle, el barrio y la ciudad y/o pueblo en general como espacio común de convivencia, NO como mero espacio de paso.
· Trabajar por el acceso, también en la administración pública, de referentes en el mundo de la inmigración que contribuyan a que éstos se sientan parte de nuestro país.
· Luchar contra los estereotipos culturales que limitan en exceso la posibilidad de articular modelos de convivencia sanos.
· Trabajar por el conocimiento mutuo y por exponer a la luz pública la riqueza de éste modelo de fusión cultural, huyendo de los modelos de interculturalidad o absorción planteados por otros partidos políticos que han demostrado que nos llevan a situaciones donde lo común es muy pequeño en comparación con el refuerzo ejercido sobre los modelos culturales de cada colectivo.
· Utilizar las posibilidades que potencialmente tiene el ocio y la cultura como modelo de integración.
· Trabajar por el reconocimiento de la verdadera capacidad intelectual y educacional que tienen muchos inmigrantes y que no se ve reconocido por la presión que ejercen los empresarios vascos en determinados ámbitos, que no conformes con relegar a éstos colectivos a los peores empleos, tratan en muchos casos de ocultar el verdadero nivel formativo de éstos colectivos.
· Impulsar el uso del Euskera, especialmente entre aquellos colectivos que por su condición de plurilingües tienen mayor facilidad de acceso al conocimiento de lenguas de todo tipo.
· Establecer servicios de mediación y de traducción municipales eficaces en todos los municipios de la CAV.
· Buscar la normalización a través de la flexibilización de acceso de los servicios públicos ligados al ocio y la cultura.
· Luchar a través de la Ertzaintza contra las mafias ilegales de tráfico de personas, muy presentes[i] en el mundo de la prostitución.